Conozca el comportamiento de las aves y mejore el manejo y el bienestar de estos animales
Cuando se proporciona bienestar a las aves, se reducen los costos y riesgos, se mejora el ambiente de trabajo, se aumenta la productividad, se favorece la calidad del producto final y también se cumplen los requisitos de la legislación brasileña y de los mercados internacionales. Por ello, es fundamental conocer las características y el comportamiento de las aves y la forma en que se relacionan con su entorno.
Entre las posibles definiciones de bienestar animal está la que en palabras de Barry O. Hughes indica “…un estado de completa salud física y mental en el que el animal está en armonía con su entorno“. Por lo tanto, para que las aves vivan con bienestar, es necesario que se utilicen instalaciones, equipos y técnicas -además de la capacitación adecuada del personal- que garanticen un manejo tranquilo y poco estrés tanto para los animales como para sus criadores.
¡Quédese con nosotros y obtenga más información sobre cómo la importancia de saber identificar el comportamiento de las aves puede mejorar el manejo y el bienestar de estos animales!
Comportamiento de las aves
Saber identificar el comportamiento de las aves significa ser capaz de reconocer los signos de estrés, enfermedad y dolor en estos animales -además de reconocer, lo antes posible, cualquier comportamiento anormal- para gestionarlos eficazmente y generar un equilibrio entre la producción ética y la rentabilidad económica. Su forma de caminar, comer, mirar, agruparse, pelearse o huir les ayuda a sobrevivir -y este modo de actuar lo determinan dos tipos de comportamientos:
Comportamiento innato → Son reacciones ya programadas incluso antes del nacimiento del animal que no dependen de ninguna experiencia previa y son propias de la especie, es decir, las aves “nacen sabiéndolas / poniéndolas en práctica”.
Comportamiento adquirido → Depende de las experiencias individuales vividas por cada ave, es decir, su comportamiento se moldea según las experiencias positivas o negativas que ha tenido.
Las aves, que son animales omnívoros, consumen desde semillas hasta pequeños invertebrados, cuando tienen oportunidad de hacerlo, y pasan más del 90% de su tiempo escarbando y buscando comida, incluso en lugares donde ya tienen alimento disponible. El repertorio sensorial de las aves se estimula a través de lo que oyen, huelen y ven, y esto las hará reaccionar de diferente forma en cada situación.
Las aves viven en pequeños grupos de 5 a 30 individuos cuya organización está determinada por el dominio de algunos y la sumisión de otros. Esta dinámica social es la misma incluso cuando se crían sueltas en galpones o aviarios. La postura corporal es un signo importante de dominio entre las aves, al igual que el peso, el tamaño, la edad y la genética.
Zona de fuga
La zona de fuga es un área circular alrededor del ave que ella delimita según su tolerancia a la presencia de extraños y otras amenazas antes de huir, algo que suele ocurrir cuando invaden este espacio. En aquellas situaciones en las que no hay área suficiente para huir, el ave puede quedarse paralizada o pelear.
Cuando las aves se crían en grandes grupos, esta invasión de su espacio individual provoca un aumento del estrés y la agresividad entre los animales.
Características sensoriales
Antes de reaccionar, las aves analizan los nuevos estímulos a través de la vista y el oído. Si su reacción es de miedo, pueden entrar en pánico y perjudicar su propio bienestar -sufriendo daños corporales- y, como consecuencia, causar pérdidas económicas al productor. El miedo provoca reacciones de pelea, huida o susto (parálisis); sin embargo, cuando el animal ve que no hay peligro, pierde el interés.
Las aves pueden dejar de comer si tienen miedo o se sienten amenazadas.
Vista
Al tener los ojos situados a los lados de la cabeza como todas las especies categorizadas como presa, las aves tienen una visión binocular (ven una banda estrecha delante con ambos ojos), monocular (amplia y panorámica hacia los lados) y un punto ciego (detrás del cuerpo, lo que facilita que puedan agarrarse por esa parte). Son animales que distinguen los colores, pero no tienen un gran sentido de la profundidad, sobre todo justo delante de su cabeza.
Audición y comunicación
La audición y la vocalización son esenciales para las aves. A través de su amplio repertorio de vocalizaciones, las aves dan información a las demás, que las escuchan y reaccionan rápidamente, como es el caso ante la presencia de depredadores.
La vocalización de las aves se modifica según el tipo de peligro que notan. Cuando los depredadores son terrestres, las aves permanecen quietas, con el cuerpo erguido y emiten vocalizaciones rápidas y graves. Cuando los depredadores son aéreos, las aves aumentan la intensidad de sus vocalizaciones mientras se agachan y corren para ponerse a cubierto.
Comportamiento adquirido
En comparación con los cerdos, bovinos y ovinos, las aves tienen una menor capacidad de aprendizaje, que generalmente se centra en satisfacer sus necesidades básicas como moverse por el ambiente en el que se alojan, elegir el mejor alimento, evitar peligros y reconocer a las personas, además de reaccionar según los estímulos del entorno -como luz, temperatura y presencia de otras aves.
Además, las experiencias previas que hayan tenido las aves durante el manejo afectarán su forma de reaccionar ante futuras situaciones de miedo y estrés. Cuando se crían en ambientes abiertos -con menor densidad de población- y las manejan personas que se mueven entre ellas con calma y sin movimientos bruscos ni ruidos fuertes, las aves son más dóciles y menos reactivas y temerosas, y es posible estimularlas a que se adapten a nuevas situaciones con mayor facilidad.
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Publicado em 21 marzo de 2022