Bienestar animal en los aviarios ¿Cuál es la temperatura ideal para las gallinas ponedoras?
Al igual que otras especies que tienen sus propios requisitos específicos, la crianza de aves requiere especial atención en una serie de cuidados, que incluye mantener los alojamientos a la temperatura ideal para las gallinas ponedoras.
Cuando se controla la ventilación y la temperatura del ambiente, el productor garantiza no solo el bienestar de las aves, sino también su productividad y la calidad del producto final. Esto se debe a que, cuando las gallinas ponedoras pasan tiempo en un local cuya temperatura no está dentro de lo que se considera zona de confort térmico, estas cambian su propio comportamiento y su metabolismo para disminuir el calor corporal o mantenerlo. Este proceso puede afectar incluso la calidad de los huevos, especialmente en condiciones de calor excesivo.
Temperatura ideal para las aves
Al ser animales de sangre caliente, las gallinas ponedoras suelen mantener su propia temperatura dentro de ciertos límites. Cuando están sanas, estas aves tienen una temperatura corporal interna de 40°C a 42°C. Así que, para que se mantenga el calor de sus cuerpos dentro de este rango, la temperatura ambiente del local en el que se encuentren debe estar dentro de la llamada “zona térmica neutra”.
La zona térmica neutra corresponde a un rango de temperatura ambiente (ya sea en los corrales o en el galpón) en el que las gallinas ponedoras pueden mantener su temperatura corporal sin tener que modificar su metabolismo para protegerse del frío o el calor. Este rango oscila entre los 18 °C y 24 °C y se considera la temperatura ideal para las gallinas ponedoras. Además de la temperatura, se debe prestar atención a la humedad relativa del aire, que debe estar entre el 40% y 70%.
Es importante tener en cuenta que, como aún no han desarrollado sus mecanismos de regulación de temperatura corporal, las aves recién nacidas necesitan una temperatura ambiente más alta durante las primeras semanas de vida.
Huevos dañados
Cuando la temperatura ambiente está por debajo de la zona térmica neutra, las gallinas ponedoras usan algunos medios para prevenir la pérdida excesiva de calor: plumas con efecto aislante, uso de grasa subcutánea, aumento del flujo sanguíneo y agrupamiento.
Sin embargo, cuando la temperatura del local es de 25°C o más, corren el riesgo de sufrir estrés calórico, una condición que puede empeorar cuando la humedad en el ambiente es alta, por encima del 70%. El estrés por calor se produce cuando las gallinas ponedoras no pueden mantener su temperatura corporal ideal y esta se eleva por encima de 42,5 °C, lo que puede causar su muerte.
Ese calor excesivo que sienten las aves les provoca un estado de sofoco, hiperventilación y pérdida de CO2, aumentando el pH en sangre y disminuyendo la concentración de calcio y fósforo. Con menos calcio y fósforo disponibles en su cuerpo, se perjudica directamente la formación de la cáscara del huevo.
Cinco formas para que las gallinas ponedoras se mantengan en la zona de confort térmico
Al no tener glándulas sudoríparas, las gallinas ponedoras no sudan ni reducen el calor a través de la transpiración. Para regular la temperatura corporal, las aves utilizan una parte del cerebro llamada hipotálamo, que, al igual que un termostato, actúa sobre la velocidad de la respiración y la contracción/dilatación de los vasos sanguíneos para equilibrar la temperatura.
De esta forma, aunque no transpiren, las gallinas ponedoras tienen otras cinco formas de disminuir la sensación de calor – sepa cuáles son a continuación:
1.Radiación → Emitiendo ondas electromagnéticas, las aves transfieren calor corporal a los objetos o superficies más fríos del ambiente (techo, pared, equipos, etc.). El sol también es una fuente de calor debido a estas mismas ondas;
2.Conducción → Al entrar en contacto directo con un objeto de temperatura más fría o caliente (piso, camas, etc.), las aves transfieren parte de su calor corporal;
3.Convección → Con el movimiento de apertura de las alas, alejándolas del cuerpo, hay una mayor superficie de contacto con el aire y las gallinas ponedoras reducen el calor corporal gracias a la circulación de aire frío;
4. Evaporación → Las aves respiran más rápido y superficialmente, con el pico abierto y moviendo la garganta, para favorecer la evaporación de la humedad interna del cuerpo, que ayuda a reducir el calor. Cuanto menor sea la humedad del aire en el ambiente, más eficiente será la evaporación;
5. Vasodilatación → Las aves consiguen hacer llegar el calor del interior de su cuerpo, de sus órganos, hasta las crestas y barbillas para aumentar el flujo de sangre y hacer que el calor se disipe más fácilmente.
Consejos para que las aves no sufran estrés
Mantener el alojamiento dentro del rango de temperatura ideal para las gallinas ponedoras es fundamental para evitar que sufran estrés térmico, aunque también hay otras formas prácticas de evitarlo. Vea aquí algunos consejos:
- Cuando sea necesario realizar procedimientos como selección, transferencia o vacunación, deberán hacerse temprano en la mañana, o sea, a las horas más frescas del día.
- En los días y horas más calurosos, transporte un número menor aves en cada caja y distribuya algunas vacías en el camión para aumentar la ventilación;
- No moleste a las aves durante el período más caluroso del día. Cuando las aves se alteran, producen más calor corporal.
- Los alojamientos han de tener la densidad correcta para garantizar la eficiencia de la ventilación y nunca se deben usar jaulas, ya que se aumenta el estrés térmico. ¡El estándar de HFAC indica la densidad apropiada para cada sistema de crianza de aves que se utilice!
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Publicado em 11 agosto de 2021