La producción de pollos con bienestar animal solo cuesta un 13% más
Todo tiene un precio, ¿verdad? No es cierto. Todo tiene un valor. Un estudio realizado por la WAP (World Animal Protection) ha desmitificado la creencia de que la producción de pollos con bienestar animal es mucho más costosa que la producción tradicional en el interior de un local. En el documento, la ONG ha definido todos los criterios que se han utilizado al hacer el estudio de los cinco países con la producción más grande del mundo: Brasil, China, Holanda, Tailandia y Estados Unidos.
Este estudio de países que representan la mitad de la producción mundial, realizado por la Universidad de Wageningen para la WAP, muestra que el precio por kilo de animal vivo supone un aumento de 6 a 9 centavos de euro, es decir, entre 6,4% y 13,4% más que lo que cuesta la crianza denominada tradicional. El precio de la producción de pollos es mucho más bajo de lo que otro estudio sobre el mercado estadounidense indicó en 2016, en el que se mostraba un aumento del 49%.
La mayor parte de los 60 mil millones de pollos que hay en todo el mundo todavía está confinada en granjas industriales; sin embargo, los consumidores ya son conscientes de que la producción con bienestar animal es un movimiento con un camino sin retorno. La presión que ha ejercido el consumidor sobre este asunto ha logrado que más de cien grandes empresas ya se hayan comprometido a cambiar la realidad de su producción animal en los próximos años.
Como respuesta al llamamiento en pro de este cambio, Certified Humane, junto con otras ONGs, ha estado involucrando a productores, empresas alimentarias y a los consumidores para conseguir mejorar el bienestar de los pollos que se crían para el consumo humano.
El bienestar animal compensa
Otros estudios ya han demostrado que las empresas que están dispuestas a ofrecerles calidad de vida y un trato compasivo a sus animales de producción son las que verdaderamente están siguiendo un camino más sostenible. Estas empresas les están añadiendo valor a sus socios, generando empleo y produciendo con calidad para el mercado, que valora cada vez más los alimentos procedentes de animales criados con bienestar.
Certified Humane ya lo ha demostrado en su libro digital «El bienestar animal compensa: cómo garantizar la calidad de vida de los animales puede fortalecer el futuro de su negocio». Este libro electrónico muestra que tanto empresas como criadores pueden obtener ventajas económicas y comerciales cuando tratan bien a sus animales de producción (haga clic aquí para descargarlo). Algunos de estos beneficios son:
- Evita la necesidad de prácticas rutinarias de restricción de alimentos y raleo del lote (que implica excluir o seleccionar parte de la producción durante su ciclo de crecimiento);
- Ahorro en antibióticos: los problemas con enfermedades derivadas de los alimentos y la resistencia a los antibióticos tienen que ver con una producción animal con bajo bienestar;
- Bienestar único de los empleados, que prefieren trabajar en una granja en la que hay un mayor nivel de bienestar, donde los animales son más felices, más activos, tienen menos problemas de salud y hay menos muertes;
- La combinación de luz, espacio y enriquecimiento tienen un efecto positivo en la salud de los pollos y ayuda a prevenir la claudicación.
Las buenas prácticas ayudan a ganar cuota de mercado
Garantizarle al animal unas condiciones de vida con dignidad, en las que se permita que se pueda comportar de forma natural, alimentarse y recibir atención veterinaria cuando lo necesite, es la base de una crianza con bienestar animal. Si las grandes empresas ya se han comprometido con la producción compasiva de pollos, es porque eso también les ayuda a ganar cuota de mercado.
Es un ciclo: el consumidor le exige a la empresa que se posicione, la empresa presiona a su proveedor, que comienza a criar a sus animales con bienestar y le proporciona a la sociedad un producto más saludable, con la garantía que el consumidor había pedido. Desde este momento, se crea una red consciente entorno a los productos con trazabilidad.
El bienestar animal es viable para cualquier tipo de productor, ya sea una gran empresa —procesadora de alimentos— o una granja pequeña. La certificación del sello Certified Humane conlleva algunos pasos, como verificar algunos requisitos de la producción, la condición de la salud física y el transporte de los animales hasta las unidades de procesamiento.
Lo primero y más importante es adaptar su producción de pollos a los estándares de bienestar animal. Después, solicitar la certificación.
El consumidor es ahora más consciente
Hoy en día, los consumidores saben que los alimentos procesados influyen directamente en su salud, y es por eso que se interesan más en saber de dónde viene lo que consumen y si se produce bajo ciertas normas. El estudio que ha realizado la WAP con consumidores de pollo de 14 países pone de manifiesto que el 60% está dispuesto a pagar más por unos productos de mejor calidad.
El hecho de que la información sea más accesible, gracias al trabajo intenso y serio de las organizaciones que se dedican a la defensa de los animales, como HFAC (Humane Farm Animal Care) y Certified Humane, ayuda a que cada vez más personas sepan en qué condiciones viven los animales y les exijan cambios a las compañías. Por lo tanto, habrá cada vez más espacio en el mercado para aquellas empresas que tengan este factor diferencial.
Publicado em 18 junio de 2020