Impacto del calor en los animales de producción
Con el calentamiento global actual, las altas temperaturas se han convertido en una realidad preocupante tanto para los humanos como para los animales, especialmente los de producción. Regiones que antes no habían sufrido olas de calor extremo, ahora enfrentan desafíos importantes a la hora de manejar y evitar los riesgos que esto supone para el bienestar de los animales de granja.
El calentamiento global ha provocado cambios climáticos que afectan directamente la salud y el confort de estos animales. Y, a pesar de los esfuerzos de los productores, mitigar los efectos del calor intenso es un desafío complejo que ha traído consecuencias adversas.
En este artículo, le mostramos cómo las olas de calor afectan significativamente a los animales de granja en todo el mundo, además de comprender cuáles son los desafíos a los que nos enfrentamos, cuáles son las estrategias de manejo y qué importancia tiene la prevención para preservar el bienestar de estos animales.
Desafíos en el manejo de los animales durante las olas de calor
En los sistemas en los que se cría a los animales dentro de instalaciones, como los galpones de aves y cerdos, la alta densidad animal por metro cuadrado dificulta que el calor se disipe, algo muy relevante cuando se tiene en cuenta que la producción de calor corporal aumenta conforme lo hace la temperatura del ambiente.
La proximidad que hay entre los animales afecta la pérdida de temperatura corporal e intensifica el estrés térmico. Animales como las aves y los cerdos respiran más rápido para intentar reducir la temperatura de su cuerpo, mientras que los bovinos buscan sombra y disipan el calor a través del sudor.
Sin embargo, cuando el calor es excesivo y las lluvias son recurrentes, se compromete la termorregulación de los animales, aumentando la humedad del aire y creando un ambiente asfixiante para ellos de “efecto sauna”.
El aumento significativo en el consumo de agua, especialmente de las aves, también compromete el mantenimiento apropiado de los galpones al aumentar la humedad de la cama en las instalaciones.
Estrategias para minimizar los efectos del calor
Es imprescindible adoptar estrategias de mitigación del calor, como instalar sistemas de sombra artificial o plantar árboles que proporcionen sombra natural, sistemas de ventilación adecuados y fuentes de agua de reserva suficientes en las granjas.
La energía eléctrica juega un papel importante en estos casos, especialmente en los grandes galpones de producción, donde los sistemas de ventilación mecánica dependen en gran medida de ella.
La ausencia de generadores de energía en estas situaciones críticas puede provocar la muerte de animales por estrés térmico.
Los impactos directos del calor en los animales de producción en granjas son notables, incluida la reducción de la ingesta de alimentos, de la producción de leche y del aumento de peso de los animales que se destinan a la producción de carne.
Se adoptan estrategias nutricionales, disminuyendo el valor energético de los alimentos para reducir la producción de calor corporal, por ejemplo para aves y cerdos.
La mortalidad animal, principalmente en sistemas de confinamiento, es más significativa durante las olas de calor, donde la falta de energía eléctrica afecta directamente a los sistemas de ventilación y nebulización de las instalaciones, provocándoles un estado de hipertermia y la consiguiente muerte.
Por tanto, la prevención en estos casos es importantísima. ¡El bienestar animal es PREVENCIÓN! Los productores deben tener planes de emergencia listos para garantizar que haya fuentes auxiliares de energía en caso de necesidad, un suministro de agua y medios para apagar cualquier incendio que haya sido provocado por el calor, además de otras medidas, ya sean manuales o mecánicas, que minimicen las consecuencias negativas del calor en los animales y su productividad.
Priorizar el bienestar animal para superar los desafíos
Cabe resaltar que los sistemas de producción que ya adoptan y siguen las normas Certified Humane de bienestar animal están más preparados para enfrentarse a estos desafíos.
El cumplimiento de estas normas no sólo protege a los animales, sino que también fortalece la resiliencia de las operaciones de producción frente a condiciones climáticas extremas.
Mantener el bienestar animal como prioridad preserva la salud de los animales y es una estrategia fundamental para garantizar la continuidad y eficiencia de la producción de alimento en todo el mundo.
Cumplir estas normas de bienestar es más que un compromiso ético, es una manera inteligente de asegurar la sostenibilidad y viabilidad de las actividades de producción animal.
Publicado em 08 enero de 2024