Tener un sello el bienestar animal marca la diferencia
El objetivo del Programa Certified Humane es mejorar la vida de los animales que se crían en granjas para la producción de alimentos. Este sello de bienestar animal garantiza que se ha tratado a las especies con dignidad, sin sufrimiento, sin privación de alimento o agua y además han podido comportarse de forma natural durante todo el período productivo. Es una poderosa herramienta que el consumidor de productos de origen animal tiene a su alcance para presionar a que se hagan cambios en las prácticas de crianza animal.
HFAC (Humane Farm Animal Care) es una organización sin fines de lucro que ya está presente en casi 20 países y es la principal ONG —organización no gubernamental— internacional de certificación orientada a mejorar la vida de los animales en la cadena de producción de alimentos, desde que nacen hasta que son sacrificados. Es la creadora del programa más grande de certificación de bienestar animal del planeta y está representada en América Latina por el Instituto Certified Humane. Es por todo este trabajo realizado, que al identificar el sello de bienestar animal en el envase de un producto, usted sabe que su productor ha cumplido con todos los requisitos objetivos del programa.
Para obtener el sello de bienestar animal, el productor debe acceder a los estándares de la especie que cría, que puede ser:
- gallinas ponedoras
- pollos de engorde
- pavos
- cerdos
- vacas lecheras
- Terneros para consumo
- bovinos de engorde
- búfalos
- cabras
- ovejas
A continuación, deberá asegurarse de que el manejo que se lleva a cabo en su granja cumple con los requisitos del respectivo estándar del sello de bienestar animal. Además de especificar en detalle los criterios sobre alimento, agua, ambiente y salud, también ha de guardar registros y proporcionar la capacitación continua de sus trabajadores, ya que el factor humano también es fundamental para garantizar el bienestar animal.
Al contrario de lo que se pueda imaginar, el manejo compasivo de animales no implica que haya que tener equipos caros o contratar sistemas de monitoreo, y mucho menos realizar entrenamientos fuera del local. Una vez que se entienden las normas, el productor creativo y disciplinado puede poner en práctica todos los requisitos sin depender de grandes inversiones.
Estos estándares han sido redactados y son actualizados por un Comité Científico formado por 40 especialistas de diferentes países, cuatro de ellos de América Latina. Los estándares, que tienen como fundamento la ciencia, ya se están usando en más de 5 000 granjas alrededor del mundo y están disponibles de forma gratuita y con un lenguaje accesible. Aquellos que no conocen los estándares de Certified Humane pueden pensar que son complejos, pero nada más lejos de realidad. Cualquier propiedad puede obtener la certificación, siempre que cumpla estrictamente con las reglas.
Estos «cuadernos de normas» se han elaborado para que los animales puedan tener una vida que les merezca la pena —con buena salud; sin el consumo innecesario de antibióticos, mucho menos de promotores del crecimiento; sin tener que competir por la comida; con libertad y en entornos donde puedan comportarse de forma natural cuando quieran. Es importante recordar que los estándares se han elaborado para cada especie animal, independientemente de la región o el país donde viven. Las realidades locales pueden ser diferentes en un lugar o en otro, pero el respeto con el que se ha de criar al animal es el mismo para todos.
Pensado para el bien de los animales
Consentir el uso de jaulas en la crianza de gallinas y corrales de gestación colectivos para las cerdas reproductoras son dos de los ejemplos que no deben seguirse. Del mismo modo que está prohibido cortarles el pico a las gallinas o descornar a los machos cabríos. El sello de bienestar animal indica el cumplimiento de los requisitos de los estándares, que se verifican mediante inspecciones anuales que realizan expertos en cada especie.
Las normas de bienestar animal son claras, pero es necesario tener en cuenta que la crianza compasiva de animales es una práctica que requiere mucha atención y dedicación en todos los procesos, desde la crianza, el manejo, el transporte, hasta el sacrificio de cada animal. Es algo más que liberar a los animales de su encierro: significa comprometerse con el bienestar animal y, en definitiva, comprender que los animales son seres sintientes.
La granja o empresa que ya está certificada o desea obtener el sello de bienestar animal no tiene la obligación de contratar ningún servicio particular, comprar productos de compañías específicas o hacer cursos. En 2018, se dieron inicio los cursos para la modalidad de gallinas ponedoras de la certificadora y más adelante se añadirán los de otras especies —como el de bovinos lecheros y pollos de engorde, que tuvieron que posponerse debido a la pandemia de la COVID-19. Aunque no se obliga al productor a cursar estas clases como condición para obtener el sello de bienestar animal, puede hacerlo para su propia cualificación. Tanto el productor individual como una empresa son libres de escoger dónde buscar nuevos conocimientos y adquirir las marcas que prefieren.
Trazabilidad y transparencia
Una garantía que proporciona el sello Certified Humane de bienestar animal es la trazabilidad de los productos, ya que ofrece una garantía de identificación del modo de crianza, de la separación de ingredientes y productos finales que se han producido según normas y protocolos específicos. Además, ayuda a transmitirle al consumidor la información correcta, al permitir la identificación del producto desde el campo hasta que llega a sus manos. Las empresas procesadoras de alimentos y los restaurantes, por ejemplo, también pueden obtener el sello —siempre que les compren la materia prima de origen animal a proveedores certificados.
La trazabilidad va dejando huella en todo el proceso de producción, ya que la han de tener en cuenta también las unidades de procesamiento, que han de detectar a los animales de las granjas durante toda su vida o los ingredientes certificados desde que entran hasta que salen. A menudo, las unidades procesan productos certificados y no certificados al mismo tiempo y, en este caso, es fundamental que se garantice la separación de estos, incluso para identificar el origen de los animales que producen cada materia prima.
Otro punto a destacar es su coste. Muchas personas creen que certificar un producto es algo caro; sin embargo, los precios relacionados con el proceso de certificación están disponibles en la página web de la certificadora para que cualquier persona que quiera compararlos pueda hacerlo. Tratar de forma adecuada a los animales y obtener el sello de bienestar animal es algo que cualquier empresa puede conseguir, ya sea pequeña o grande. De esta manera, todos salen ganando: el productor, que es consciente de que sus animales necesitan cuidados especiales; y el consumidor, que compra un producto identificado por un sello que indica su procedencia.
Usted puede formar parte de este gran grupo de más de 5 000 granjas y empresas y ayudarnos a continuar mejorando la vida de cientos de millones de animales cada año. Para más información, acceda a por qué certificarse.
Publicado em 27 mayo de 2020