Bienestar animal en Latinoamérica: Un retrato de lo que piensa el consumidor
He aquí una prueba más de que el bienestar animal en Latinoamérica está asumiendo una importancia emergente: un estudio divulgado a finales de 2016 mostró que el 89% de los consumidores colombianos, el 84% de los mexicanos y el 78% de los chilenos comprarían productos que tuviesen un sello de bienestar animal que garantizase que no hubo crueldad ni malos tratos en el proceso de producción.
Consumo a ciegas: percepción del consumidor sobre el bienestar animal en Latinoamérica
Esta investigación fue publicada por World Animal Protection, una organización no gubernamental de alcance mundial dedicada a la protección de los derechos de los animales. El informe se basó en los datos recogidos durante el primer semestre de 2016 por Ipsos, una de las mayores empresas globales de investigación e inteligencia de mercado.
Está lejos de ser un sondeo cualquiera. Se trata del más amplio retrato de lo que los consumidores de algunos de los principales países latinoamericanos piensan con respecto al bienestar de los animales que se crían para la producción de carne, leche y huevos. Para realizarlo, Ipsos entrevistó en Brasil a 2000 personas, de las cuales 1200 lo hicieron personalmente. Las 1000 restantes respondieron a los cuestionarios por internet. Fueron consultadas otras 1500 personas en Chile, Colombia y México, extendiendo el panorama hacia algunos de los principales mercados latinoamericanos.
Bienestar animal: una cuestión de supervivencia a largo plazo
Gran parte de la información recogida en la investigación es absolutamente relevante para cualquiera que ocupe un lugar en la cadena productiva de la proteína animal. Si este es su caso, le recomendamos que lea el estudio poniendo atención a los detalles. Aquí va un ejemplo: para el 94% de los mexicanos entrevistados y el 92% de los colombianos, los animales a los que se les proporciona bienestar dan origen a productos de mayor calidad. En otras palabras, los consumidores comparten la idea de que es muchísimo mejor cuidar del bienestar animal que no hacer nada al respecto. Los datos muestran que las personas tienen al menos una noción de las buenas prácticas de crianza, transporte y sacrificio: el 64% de los brasileños ya oyeron hablar del tema. Es un porcentaje bastante próximo al de Chile (65%) y significativamente mayor que el de México (58%) y el de Colombia (54%).
Otro punto a destacar es que las generaciones más jóvenes demuestran un mayor interés por el bienestar de los animales, según los resultados del estudio. Los investigadores identificaron que el mayor número de consumidores que se preocupan con los métodos de sacrificio lo componen personas de entre 18 y 29 años, que no llegaron aún a su auge de participación en el mercado. El camino que nos queda por delante, por tanto, tiende a ser menos espinoso para aquellos negocios que abracen las buenas prácticas de bienestar animal. De forma bastante coherente, el 74% de los brasileños y chilenos creen que el sistema de producción de carne que se preocupa con el bienestar animal es más sostenible y tiene un menor impacto ambiental. Este número es aún mayor entre los consumidores colombianos (84%) y mexicanos (78%).
La importancia del bienestar animal en la mayor región exportadora de carne del planeta
Los resultados del estudio reciben una relevancia especial por el peso de Brasil en el mercado de productos de origen animal. ¿Pollos? Brasil es el segundo mayor productor mundial y el principal exportador. ¿Bueyes? Los ganaderos brasileños cuidan del mayor rebaño comercial del mundo en Brasil, país que lidera el ranking de exportadores. Los brasileños son, además de eso, carnívoros incorregibles – el 68% de los entrevistados afirmaron que comen carne bovina cuatro veces en semana, el mayor índice entre los países investigados, por delante de Colombia (66%), México (49%) y Chile (38%).
Sin embargo, aún existen algunos prejuicios que deben superarse. El 73% de los consumidores
brasileños, el 75% de los colombianos, el 72% de los mexicanos y el 69% de los chilenos creen que los productos con el sello de una producción que usa prácticas de bienestar animal son más caros. Lo peor de todo es que, en la práctica, no existe esa relación entre precio superior y certificación de bienestar animal: muchas de esas buenas prácticas no aumentan el coste de producción o los aumentan de forma insignificante.
La mitad de los consumidores afirman que leen los rótulos de los productos de origen animal antes de comprarlos – pero únicamente el 28% dice haber visto ya productos con el sello de bienestar animal en Brasil, por ejemplo. Sin duda, ahí se encuentra una gran oportunidad. Los consumidores ya se dieron cuenta de la necesidad de valorar a quienes cuidan bien de los animales. Las empresas y criadores, más tarde o más temprano, tendrán que seguir este ejemplo.
Publicado em 15 marzo de 2018