Entienda los requisitos para garantizar el bienestar de los cerdos
Al contrario de lo que muchos se imaginan, proporcionar a los cerdos únicamente una alimentación adecuada no es lo suficiente para que vivan bien. Al igual que con todos los animales de producción, estos deben disponer de un ambiente adecuado para su especie, lo que supone un estrés menor al animal y una mayor productividad.
No importa si la crianza se lleva a cabo en un ambiente cerrado o al aire libre: en ambos casos, hay unos estándares de calidad y buenas prácticas de manejo y producción que deben seguirse para garantizar el bienestar de los cerdos.
Estos estándares son instituidos y monitoreados por el Instituto Certified Humane, representante en América Latina y Asia de Humane Farm Animal Care (HFAC), la principal organización internacional que tiene como objetivo mejorar la vida de los animales de producción y responsable del sello Certified Humane de certificación de bienestar animal.
Criar cerdos en ambientes que son inadecuados trae consigo una serie de consecuencias negativas.
Cuando se ven obligados a vivir con poco espacio, no hay una ventilación adecuada para que se eliminen el polvo y los gases nocivos (amoníaco, por ejemplo) y pasan demasiado calor o frío (incluso sin disponer de refugio en ambientes al aire libre), los cerdos sufren estrés durante mucho tiempo y alteraciones metabólicas – unas alteraciones que pueden incluso perjudicar el sistema inmunológico, la apariencia de la carne y la calidad del producto final.
La crianza de cerdos con el cuidado y ambiente adecuados para cada tipo de animal facilita el manejo y reduce los costos de operación.
Requisitos específicos
Entre otras actividades fundamentales que también deben seguir unas normas específicas, como la alimentación, el manejo y la propia gerencia de la granja, el ambiente donde se crían los cerdos no puede ser un lugar improvisado o con deficiencias.
El ambiente tiene que estar diseñado para que los cerdos tengan comodidad y tranquilidad durante todas las etapas de producción, para poder satisfacer sus necesidades fisiológicas y de comportamiento.
Esto quiere decir que se ha de proporcionar a cada tipo de cerdo – adultos, hembras y lechones – un ambiente adecuado que satisfaga sus necesidades específicas.
Las cerdas reproductoras que estén de parto en el área de maternidad, por ejemplo, tienen que disponer de un ambiente con camas de paja, material para que hagan sus nidos y una zona de descanso con el tamaño suficiente para que puedan voltearse libremente.
¡Las jaulas están terminantemente prohibidas!
Por su parte, los requisitos específicos de alojamiento para lechones determinan, según una lista preestablecida, el tamaño del área de descanso y la superficie total mínima para cada cerdo en crecimiento. Estas áreas, como es lógico, deberán aumentar de tamaño a medida que los cerdos crezcan y engorden.
En general, todos los cerdos han de disponer de ambientes que no les causen molestias, estrés o heridas. No se pueden utilizar materiales tóxicos, superficies con pintura o desinfectantes que no hayan sido aprobados para tal fin.
Los ambientes han de tener una ventilación adecuada, una temperatura agradable y una parte del piso con cama (pueden ser, por ejemplo, de paja o goma) en un área suficiente para que todos los animales puedan echarse cómodamente.
Las normas y medidas de tamaño necesarias para cumplir con los requisitos específicos de los ambientes destinados a la cría en cada fase productiva del cerdo – así como los requisitos de otras especies de animales de producción – aparecen descritas en los estándares y normas de referencia del programa Certifed Humane de bienestar animal.
La salud de la piara
La salud y el bienestar de los cerdos están garantizados por un conjunto de normas de buenas prácticas y cuidados que se dividen en:
- Ambientes adecuados para satisfacer los requisitos específicos de cada especie;
- Nutrición con dieta formulada por fase productiva y agua fresca y de calidad;
- Manejo tranquilo de la piara, usando las herramientas correctas;
- Gestión responsable y exigente de la producción.
Sin embargo, hace falta un cuidado aún más especial.
Toda producción de cerdos ha de tener por escrito un Plan de Sanidad Animal (PSA) que debe ser actualizado regularmente por un veterinario. El PSA enumera los detalles sobre vacunación, los tratamientos de salud (como el control de parásitos), las causas de las enfermedades y la mortalidad, entre otros. Además, todas las muertes súbitas deben registrarse e investigarse.
El rendimiento de la piara debe ser monitoreado constantemente para detectar signos de enfermedades y otras posibles perturbaciones, como una pérdida de peso inesperada, durante el manejo de la producción. Se ha de disponer de ambientes adecuados para separar a los cerdos enfermos y heridos del resto de la piara y tratarlos inmediatamente.
También es necesario que la granja tenga las condiciones, cuando sea necesario, de que un miembro capacitado del personal o un veterinario lleve a cabo, en la propia granja, el sacrificio compasivo o la eutanasia inmediata de aquellos cerdos enfermos o heridos sin posibilidad de recuperación, ya que el sufrimiento no debe postergarse en estos casos.
También existen normas para la cuarentena obligatoria de los cerdos que vienen de fuera y para la eliminación de las carcasas de los animales.
De esta forma, al respetar y cumplir todas las condiciones que dan lugar a un manejo y ambiente ideales que no causan estrés a los animales y que ayudan a que la granja garantice el bienestar de los cerdos, los productos procedentes de esta crianza están aptos para recibir el sello Certified Humane de certificación de bienestar animal y ganarse la confianza del mercado y del consumidor.
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Publicado em 09 junio de 2021