El bienestar animal es rentable
El bienestar de los animales de producción está entrando definitivamente en la agenda de las grandes empresas del sector alimenticio, que a su vez exige cambios en la cadena de producción en la agro-industria.
Para mostrar que el bienestar animal es rentable, recientemente, Brazil Fast-Food Corporation, la dueña de marcas como las redes Bob’s, Pizza Hut, KFC, Yoggi y Doggis, anunció que comprará únicamente huevos de proveedores que garanticen el bienestar de las gallinas ponederas. Si los productores todavía tienen dudas sobre la relación costo X beneficio de invertir en el bienestar animal, la ONG Humane Farm Animal Care acaba de lanzar un libro electrónico – ebook que ofrece datos y estudios comprobando que los animales bien tratados son mucho más productivos. Es decir, el bienestar animal es rentable. Humane Farm Animal Care es la única en América Latina que ofrece una certificación de bienestar animal.
Un estudio reciente publicado por World Animal Protection en Brasil hace una comparación entre los alojamientos para cerdas reproductoras. La Granja Miunça, del Distrito Federal, comparó dos sistemas diferentes utilizados en sus operaciones. En uno de ellos, los lechones nacen y son amamantados en sistemas de alojamiento en grupo, la forma más recomendada por las buenas prácticas de bienestar animal, ya que en los corrales las cerdas y sus crías encuentran un ambiente adecuado para moverse y expresar su comportamiento natural. El segundo sistema es el convencional, en el cual la cerda da a luz y amamanta a las crías en una jaula de maternidad, donde la imposibilidad de moverse le causa estrés y sufrimiento. Las conclusiones muestran que el bienestar animal es redituable, ya que en el sistema de alojamiento grupal aumentó el número de lechones nacidos vivos en 3,5%. El peso en destete fue 14% mayor que en el sistema de jaulas de maternidad. El aumento del bienestar elevó los ingresos obtenidos por cerda en 16,5%, mientras los costos por cerda se redujeron más del 30%, por lo tanto, una vez más, se comprueba que el bienestar animal compensa.
El libro Bem-estar animal como valor agregado nas cadeias produtivas de carnes, recién publicado por la Funep (Fundación de Apoyo a la investigación, Enseñanza y Extensión) de la Universidad Estatal Paulista, ofrece otros estudios que demuestran la relación directa entre el estrés elevado de los animales y la mala calidad de la carne vacuna y de cerdo, particularmente durante el transporte y el momento previo al sacrificio. En muchos casos, esas características son penalizadas – ya sea por las industrias de alimentos, que pagan con un precio menor la carne de estos productores, o por el consumidor, que rechaza el producto en los anaqueles de los supermercados. Además, cuando los animales se disputan por espacio, agua o comida, se elevan las pérdidas por las muertes y los gastos veterinarios y de medicamentos.
“Está comprobado que el bienestar animal es rentable. Los animales bien tratados producen más. Además, existe una fuerte tendencia del consumidor a no tolerar más el maltrato a los cuales los animales muchas veces son sometidos”, dice el director general para América Latina de Humane Farm Animal Care, Luiz Mazzon. Otro gran motivo, además de la presión del propio consumidor, proviene del mercado internacional. Una investigación realizada en 2012 en Coppead (en la Universidad Federal de Rio de Janeiro) muestra que la mayoría de las empresas de la cadena de la agro-industria que incluyen el tema del bienestar animal en sus informes de sostenibilidad son exportadoras. “Otra prueba de que la expansión de este mercado está asociada a las buenas prácticas y respeto al ciclo de vida de los animales”, resume Mazzon.
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Publicado em 13 diciembre de 2017