Las normas de bienestar animal: mucho más que libres de jaulas
A aquellos que no conocen las normas de bienestar animal Certified Humane les puede incluso dar la impresión de que son complejas y difíciles de seguir.
Nada más lejos de la realidad. Cualquier propiedad puede conseguir el certificado de bienestar animal siempre que cumpla con las normas a rajatabla. Esto no solo significa criar a gallinas libres de jaulas o a cerdas reproductoras en jaulas de gestación colectivas, sino que implica mejorar la vida de los animales de producción a través del uso de normas específicas para la producción de alimentos de forma compasiva.
Las normas de bienestar animal que deben seguirse son bastante objetivas. Indican de forma clara lo que se puede hacer, lo que se ha de evitar y en qué condiciones deben vivir los animales. El objetivo principal de los estándares técnicos del programa Certified Humane es el de especificarles a los criadores lo que han de hacer para crear un ambiente en el que los animales no sufran.
Normas objetivas y sin complejidad
Las normas de bienestar tienen como base satisfacer las necesidades de los animales. Mucho más que eliminar el confinamiento de los animales en espacios que limitan su libertad de movimiento, las normas explican cómo proporcionarles a los animales alimentos y agua en cantidades adecuadas, además de cómo puede el criador garantizar que haya espacio suficiente para que cada especie pueda expresar sus comportamientos naturales. También especifican cómo acabar con los factores del estrés, como por ejemplo una iluminación excesiva, que puede afectar el sueño de los animales.
Otro asunto que tienen en cuenta las normas de bienestar animal es el de los cuidados sanitarios durante el manejo, para prevenir enfermedades o tratarlas como es debido, en caso de que aparezcan. Las normas especifican además de qué forma los productores pueden evitarles dolor y sufrimiento innecesarios a los animales durante su transporte y sacrificio. En resumen, se intenta conseguir que los animales no sientan molestias físicas, psicológicas y ambientales durante todo su ciclo de vida, y reconocer que son seres sintientes, es decir, que pueden sentir dolor, sufrimiento, placer y felicidad.
Es obvio que ningún productor o compañía puede obtener la certificación si está «más o menos» de acuerdo con las normas de bienestar animal Certified Humane. La certificación será denegada, por ejemplo, en los casos en que se ignore alguno de los procedimientos obligatorios o cuando el productor no permita que los inspectores entren en su propiedad. Cualquier error, por pequeño que sea, debe corregirse lo antes posible para que el productor pueda continuar el proceso de obtención del sello. Sin embargo, si se acumulan varios fallos de este tipo, el productor está demostrando que no está comprometido con el bienestar animal.
Objetivo claro
La cuestión es la siguiente: las normas de bienestar animal son claras y no es difícil entender lo que en ellas se establece. Por otro lado, ha de tenerse en cuenta que la crianza de animales de forma compasiva es una práctica que requiere mucha atención y dedicación con todos los elementos que se exigen durante la crianza, manipulación, transporte y sacrificio, según cada especie. Nunca debe perderse el verdadero propósito de la certificación, que es garantizarles a quienes participan en el mercado, como los consumidores, que una propiedad cumple realmente lo que promete al ofrecerles una vida libre y sin crueldad a los animales. Esto solo depende de que el productor cumpla las normas de bienestar animal y de su disponibilidad para consultas periódicas que demuestren que esta actitud se lleva a cabo.
Certificarse es mucho más que liberar a los animales del confinamiento; es un compromiso con el bienestar animal.
En este libro electrónico, mostramos que el bienestar animal está al alcance de todos aquellos a los que les interesa conquistar un mercado cada vez más exigente y que no tolera el maltrato de los animales de producción, sea cual sea el tamaño de su actividad productiva.
Publicado em 20 agosto de 2019