Sello Certified Humane: una alternativa para agregar valor de mercado a los productores de cerdos
Uno de los factores analizados en la porcicultura es el estrés al que se exponen los animales. Muchos estudios sobre bienestar animal indican que el cortisol que se libera en los animales a causa de disputas por la comida o otros contratiempos provoca un deterioro en la calidad de la carne y la salud.
Los productores optan, en estos casos, por utilizar antibióticos para evitar que los animales se enfermen debido a la baja inmunidad que puede instalarse en la porcicultura. En la mayoría de los casos, los consumidores no ven esta actitud con buenos ojos.
Un proyecto que prevé la cría de cerdos juntos desde pequeños
Ante esta negativa, Embrapa Porcinos y Aves (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria) ha estado desarrollando desde hace algunos años una investigación sobre bienestar animal. Ahora se están empezando a recoger los frutos de este estudio. La idea del proyecto es la porcicultura a pequeña escala, excluyendo por completo la administración de antimicrobianos. No se coloca ningún tipo de antibiótico en el agua o en el alimento de los animales. Además de esto, los cerdos se crían juntos desde su nacimiento hasta que son sacrificados. Por ello, no se mezclan con otros animales y viven “en familia”.
Según el investigador Nelson Mores, la eliminación de antibióticos en la porcicultura es justificada, ya que su uso lleva a la resistencia de los agentes infecciosos. Cabe añadir que existen indicios de que cuanto más se usa un antimicrobiano, mayor es la probabilidad de producir bacterias resistentes a él. “Cuando el productor realmente necesite un antibiótico específico para tratar una infección, este ya no hará efecto”, explica.
El sello Certified Humane agrega valor a la producción
Esto no es lo único que reduce el estrés en la porcicultura. Hay otros elementos que se deben poner en práctica para fomentar el bienestar de los cerdos. También es importante proporcionarles una buena alimentación, seguir las reglas de bioseguridad y permitir que los animales puedan moverse con tranquilidad en los corrales. Otras medidas básicas son: no cortarles la cola a los lechones ni extraerles los dientes.
Este modelo funciona y ya hay granjas utilizándolo en la porcicultura. Se estima que los productos alimenticios del cerdo que provienen de este tipo de cría incrementarán su valor entre el 10% y 20%. Todavía no existe la evidencia científica de que la carne producida sin antibióticos sea mejor que la de un animal que haya sido medicado. Sin embargo, es el consumidor quien decide lo que quiere consumir. Ya es un hecho que el bienestar animal es de suma importancia para él a la hora de comprar. Las empresas productoras han de adaptarse cuanto antes e invertir en prácticas de producción más compasivas y responsables.
Publicado em 13 diciembre de 2018