El bienestar animal ya es obligatorio en la agroindustria
El bienestar animal ha de ser, por encima de todo, la principal preocupación del sector agroindustrial. No podemos continuar ignorando este tema.
El bienestar animal está transformando la forma de producir animales con fines alimenticios. Es, sin duda, un camino sin retorno y un motivo de celebración.
El consumidor es el que manda
De nada sirve que las agroindustrias presenten estrategias extravagantes, inviertan en grandes campañas de marketing y presenten nuevos productos si el nuevo perfil de consumidor no se tiene en cuenta. El panorama actual es el de un público más preocupado por su salud, para el que el bienestar de los animales es el factor principal de entre aquellos que le influyen a la hora de hacer la compra.
No cabe duda de que las empresas agrícolas que adoptan buenas prácticas en el manejo de los animales van en cabeza. El consumidor quiere saber el origen del producto que está en su mesa y las condiciones a las que se han sometido a los animales hasta volverse alimento. Hoy en día, la crueldad y la falta de respeto ya no son aceptables y estamos trabajando para eso, con el fin de cambiar esta realidad absurda que aún prevalece en la industria agrícola.
Quien compra es exigente, pero también paga más por ello. Es cierto que el consumidor está dispuesto a adquirir por un valor superior aquellos productos que se elaboran teniendo en cuenta el bienestar animal. Para él, un producto con el sello de bienestar animal puede considerarse de mejor calidad frente a otro que no presenta ningún tipo de información en su etiqueta. Está clarísimo que es mejor cuidar del bienestar animal que no hacer nada al respecto.
El comienzo
Todo comenzó en la década de los 60, pero fue con la publicación en 1979 de las cinco libertades, regidas por el Farm Animal Welfare Council, cuando la producción que ponía en práctica el bienestar animal pasó a tenerse en cuenta. Fue entonces cuando la conciencia animal se colocó también en la pauta de las discusiones en torno a la producción de animales. Las empresas de alimentos e industrias agrícolas, que antes hacían la vista gorda (y aún hay muchas que lo hacen) con respecto al bienestar animal, se dieron cuenta de que cuestiones tales como la infraestructura, los alimentos y las bebidas, el transporte y la nutrición animal, son indispensables.
Las acciones de control del medio ambiente y de la alimentación de los animales de producción son elementos primordiales en lo que respecta al bienestar animal. Estos cuidados generan unos productos mejores para el consumidor y son también importantes a la hora de evitar que la agroindustria cause daños innumerables, como un brote de salmonela, por ejemplo. El surgimiento de la bacteria está directamente relacionado con algunos factores, tales como: la falta de higiene y limpieza en el ambiente en que están las aves y los cerdos; la falta de cuidado con los desechos y otros residuos, el uso de agua contaminada y la falta de control ante la presencia de pájaros, moscas y roedores. De todos estos motivos, la alimentación es el elemento que merece una mayor atención para evitar la aparición de la bacteria. Para obtener más información, visite el post de Euronutri: La salmonela en la nutrición animal: cómo surge y qué pérdidas supone para la agroindustria.
El bienestar animal tiene que estar certificado
Para que el consumidor esté seguro de que el producto que está adquiriendo se ha obtenido garantizando el bienestar del animal, la certificación del programa Certified Humane es la mejor opción. Trabajamos para mejorar la vida de los animales de producción, desde su nacimiento hasta el sacrificio. Desde 2003, Certified Humane actúa según el Manual de Normas de Humane Farm Animal Care (HFAC). Son criterios rígidos de bienestar animal seguidos a rajatabla por un comité científico, que está formado, aproximadamente, por 40 profesionales de todo el mundo, quienes estudian las especificidades de cada especie, para proporcionarles lo mejor posible.
Publicado em 18 enero de 2019