Cena de fin de año: crianza responsable de pavos y cerdos
La cena de fin de año es un momento especial. Familiares y amigos se reúnen para convivir y deleitarse con las esperadas recetas de Navidad y víspera del Año Nuevo. Los acompañamientos del menú pueden variar, sin embargo, el pavo y cerdo son los platillos principales de esta temporada.
Brasil es el tercer productor más grande de pavo del mundo – según, la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), los principales estados productores son Goiás, Paraná y Santa Catarina. Para quien prefiere la carne de cerdo, el pernil es la opción más presente en la cena de fin de año. De acuerdo, con ABPA, el país produjo 3,7 millones de toneladas en 2016, siendo la única proteína animal con crecimiento en dicho año.
Para atender la gran demanda del consumidor de estas carnes, la producción se da en gran escala. En esta producción desenfrenada, quien sale ganado es la industria alimenticia. Y es el punto al que queremos llegar, ¿Cuál son las condiciones a las que estos animales son sometidos para llegar a la cena de fin de año?
Bienestar animal y derechos animales
Promover las buenas prácticas para el bienestar de animales de producción, son una ley en numerosos países del mundo. En América Latina, la legislación vigente aún permite diversas prácticas cuestionables en torno al bienestar animal. Por ello, Certified Humane actúa para mejorar la vida de los animales de producción de alimentos. A través de la certificación, realizada por la organización, se asegura que los animales no fueron sometidos a condiciones crueles desde el nacimiento hasta el sacrificio. Para ello, algunos estándares de crianza deben ser seguidos en las granjas e instalaciones.
Los cerdos exigen un espacio adecuado
Por ejemplo, todos los cerdos deben tener acceso a agua fresca y una dieta específica, de acuerdo con su raza, edad y estadio de producción. Contrario a lo que se ve en muchas granjas, las diminutas jaulas o sistemas de confinamiento sin movimiento están prohibidos. Para evitar estrés en los animales en esta época de mayor calor, debe existir un área de sombra accesible con espacio suficiente para permitir que todos los cerdos se acuesten al mismo tiempo, con espacio entre ellos, si así lo desearan. Se debe proveer de áreas húmedas, bebedores por goteo o aspersores. Estos animales son curiosos por naturaleza y tienen una fuerte motivación de investigar. Por ello, deben tener acceso constante a paja u otros sustratos adecuados, como el aserrín.
Libertad para los pavos
Para los pavos, el alojamiento en jaulas, en piso de alambre o con huecos está prohibido. Las condiciones térmicas deben permitir un ambiente cómodo en todo momento. Por ello, el diseño de las instalaciones o el sistema de ventilación y su velocidad deben ser ajustados conforme a la fase de crecimiento. La libertad de movimiento para estirar libremente sus alas también es una prioridad, además de la instalación de perchas.
Estas son algunas de las cuestiones a ser implementadas por los productores para obtener el sello Certified Humane, que garantice que el alimento de origen animal provenga de productores que cumplen con las exigencias objetivas del bienestar animal. Es importante recordar que con una producción humanizada, sin sufrimiento y estrés, los animales producen mejor; lo cual genera mayor rentabilidad para el productor. Y usted, consumidor, tiene la certeza de que el alimento de su cena de fin de año fue producido con el respeto que los animales merecen.
Publicado em 19 diciembre de 2017