La empresa india Happy Hens, dedicada a la crianza de aves nativas al aire libre, es la última operación en recibir el certificado Certified Humane de bienestar animal para gallinas ponedoras que producen huevos camperos (free-range). El sello de certificación otorgado incluye la propia granja y un centro de acopio en Bangalore, además de tres proveedores cooperados ubicados en las ciudades de Perambalur y Tiruchirappalli.
Al estar comprometidos con prácticas agrícolas naturales y sostenibles, Happy Hens conoció el programa a través de la ONG Humane Society International (HSI) en India y se identificó con sus propósitos y la filosofía de que los alimentos saludables solo pueden ser producto de animales que tienen una vida feliz.
«La certificación demuestra que trabajamos con un estándar de calidad y sirve, tanto para garantizarles a nuestros clientes actuales la autenticidad de los productos que les proporcionamos, como para llegar a más clientes internacionales», dice Manjunath Marappan, socio de esta empresa, que produce alrededor de cinco mil huevos al día y calcula sus ingresos anuales en treinta millones de rupias aproximadamente (dos millones cien mil reales).
La certificación incluye toda la producción de la empresa, que se centra en la marca Huevos Camperos Happy Hens ricos en Omega 3. La intención es que todas las futuras granjas cooperadas adopten el programa Certified Humane. Esta convicción es el resultado de la confianza de Manjunath en el trabajo que desarrolla HFAC, que califica como «alentador, educativo y excelente».
Desde el inicio de la asociación entre Happy Hens y Certified Humane, se ha observado una mejora en la salud general de las aves de la granja, además de en el mantenimiento de los registros de producción, lo cual ha traído consigo una ganancia significativa en la productividad.
La empresa surgió de los ideales de sus dos socios fundadores. Cuando era estudiante, Manjunath ayudó como voluntario para mejorar el bienestar de los animales y para que la vida silvestre volviera a la ciudad de Bangalore, en el estado de Karnataka. Hijo de agricultores, desde pequeño estuvo en contacto con la crianza de gallinas al aire libre en el patio de su casa y decidió invertir en el segmento de producción natural para cambiar el sistema de agricultura industrial extensiva en el que la India había estado inmerso durante las tres últimas décadas.
Para ello contó con la ayuda de su socio, Ashok, otro entusiasta que veía la necesidad de producir alimentos de calidad basándose en la agricultura sostenible. En 2010, crearon juntos Happy Hens Farm, la primera granja de gallinas camperas (free-range) de la India, que hoy distribuye sus productos en todo tipo de comercios, además de hoteles y cafés en siete ciudades del país.
En la trayectoria de la empresa, se destacan tres valores fundamentales a los que no renuncian: cuenta con los más altos estándares de bienestar animal; se dedica a producir alimentos limpios y nutritivos para fomentar la vida sana; y tiene una responsabilidad social, que impacta directamente en la agricultura familiar.
«El viaje ha sido muy emocionante y con muchos desafíos. Con el enorme potencial de la India, tenemos muchísimas ganas de expandir nuestro negocio e impactar más vidas, tanto la de las gallinas como la de los productores», concluye Manjunath.
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