Confirme si el sello de bienestar animal aplica a su negocio
Muchos productores o socios de empresas de alimentos dudan hasta qué punto es posible adaptar sus negocios a las buenas prácticas para obtener el sello de bienestar animal. La respuesta es que no existen obstáculos insuperables –por el contrario.
Cualquier propiedad puede alcanzar los patrones necesarios para obtener el sello de bienestar animal.
Basta adaptarla a las normas que garantizan a los animales de producción una vida digna. Sin embargo, ¿Qué se debe hacer? Los productores deben asegurar que los animales tengan calidad de vida. Las empresas de alimentos que tengan interés en el sello Certified Humane de bienestar animal deben comprometerse a comprar materia prima únicamente de productores que sigan esas reglas. Las normas no son complejas, es decir, no son reglas limitadas a una minoría.
Básicamente, se trata de ofrecer agua y comida en la medida adecuada. Proporcionar espacio suficientemente amplio para que cada especie pueda expresar su comportamiento natural. Eliminar factores de estrés, como iluminación excesiva, para evitar disminuir las horas de sueño de los animales de producción. Cuidar la salud de los animales, para evitar enfermedades – y tratarlas correctamente cuando se presenten. Evitar dolor y sufrimiento innecesario durante el transporte hasta el sacrificio. Como puede ver, el bienestar animal consiste primordialmente en esmero y cuidado.
En ocasiones, es natural que, haya que hacer algunas adaptaciones para que una propiedad se adapte a las normas y pueda iniciar el proceso de certificación. Esas modificaciones deben ser realizadas con antelación: ningún productor puede obtener el sello de bienestar animal si está “parcialmente” de conformidad con las normas de Certified Humane. En este sentido, nuestro compromiso con el bienestar animal es transparente y absoluto. La certificación podría ser denegada en caso de que algún procedimiento obligatorio es ignorado o si el productor impide el acceso de los inspectores a su propiedad. Evidentemente, el productor podrá avanzar en el proceso de certificación en el caso que tome las medidas necesarias para solucionar una u otra pequeña falla que, por sí sola, no represente un riesgo al bienestar animal y pueda ser corregida rápidamente. Pero no puede haber un número excesivo de estos pequeños problemas – acumulados, reflejan productores poco comprometidos con el bienestar animal e impiden la certificación.
El costo de la certificación es accesible a propiedades de todos tamaños
Un punto importante es que propiedades de diferentes tamaños pueden obtener la certificación. El sello de bienestar animal es accesible tanto para pequeñas como grandes granjas. La certificación tiene costos accesibles para pequeñas propiedades y el proceso en conjunto es sencillo. Así que, cualquier productor, sea grande o pequeño puede buscar el certificado de bienestar animal para sus negocios.
Después de que las propiedades se encuentren adaptadas para la producción humanizada de animales, la inversión para obtener el certificado es pequeña, justamente porque las tarifas están basadas en el volumen de producción. Poor lo que no es necesario tener gran escala de producción para lograr costearla. Por otro lado, atender a las necesidades de los animales no impone dificultades a quien produce grandes volúmenes. Es más, la experiencia de los productores comprueba que el respeto al bienestar animal trae innumerables ventajas. Las propiedades se vuelven más productivas y eficientes. Los consumidores quedan más satisfechos. Y de manera general la vida es más respetada.
Publicado em 06 septiembre de 2017