La granja modelo de la Facultad de Ciencias Animales de la Universidad Gadja Madah (UGM) en Yogyakarta es pionera en el estudio y en la práctica de la crianza de gallinas libres de jaula en Indonesia.
Como institución educativa, la trayectoria de la UGM para crear una granja libre de jaulas ha sido un esfuerzo de colaboración en asociación con Global Food Partners y otros miembros del consorcio. En este sentido, la granja se ha convertido en un referente como una de las precursoras en la difusión de investigaciones y de la aplicación de acciones dirigidas a las buenas prácticas de manejo en avicultura.
La estrategia de negocio para mantener el bienestar animal y la sostenibilidad de la empresa pasa por manejar y cuidar adecuadamente a las gallinas ponedoras, un factor fundamental para garantizar la eficiencia, la productividad y el suministro constante de huevos de alta calidad al público que la granja quiere atraer y a los clientes con los que ya cuentan.
Toda la producción de huevos de la empresa está certificada con el sello Certified Humane de bienestar animal, lo que representa el 100% de toda la línea de huevos que comercializa la granja.
Los huevos se distribuyen principalmente entre los docentes de la facultad y algunas de las líneas de productos se pueden comprar en el minimercado de la universidad y a través de revendedores locales.
El International Training Center Cage-Free Innovation and Welfare Hub se creó a partir de la visión que compartían miembros de la Universidad Gadja Madah y un consorcio liderado por Global Food Partners, con el objetivo de integrar la educación, la capacitación práctica y la promoción del bienestar animal.
La intención fue crear una granja modelo que funcionara como centro de capacitación de la Facultad de Ciencias Animales, destacando la importancia de dar prioridad al bienestar animal en la industria pecuaria. Actualmente, la granja recibe a productores de varios países del Sudeste Asiático a los que les interesa la producción de huevos de gallinas libres de jaulas.
El camino para implementar este proyecto ha incluido una planificación estratégica, la colaboración con socios que comparten los mismos valores y el compromiso de crear un modelo ético y sostenible para la producción de huevos.
La granja, que cuenta con una capacidad para 2.600 aves, se dedica a la crianza de gallinas ponedoras libres de jaulas y está gestionada por un equipo de trabajadores dedicados al bienestar animal. El pico productivo promedio diario alcanza el 93%, manteniendo un ritmo de producción del 92%.
Según el profesor y doctor Budi Guntoro, director de la universidad y responsable de Fapet Egg, la decisión de buscar la certificación de bienestar animal está en línea con el compromiso y el desafío de administrar una granja que no tenga jaulas y que dé prioridad al bienestar de los animales.
“Conocimos el programa Certified Humane a través de uno de nuestros socios, Global Food Partners, y nos informamos de todos los detalles de la certificación en su sitio web oficial. Esta certificación refleja fielmente nuestra dedicación al uso de prácticas éticas de todo el proceso de producción de huevos”, dice Guntoro.
Aunque se pueda cumplir con las normas Certified Humane de bienestar animal y que las operaciones de crianza sin jaulas sean algo inherente a la filosofía de la Facultad de Ciencias Animales de la UGM, el Prof. y doctor Budi Guntoro dice que Fapet Egg ha tenido que enfrentarse al desafío de la disponibilidad limitada de aves para poder adaptarse al sistema de crianza sin jaulas.
Además, las operaciones de producción no estaban preparadas para criar pollitas de un día (DOC, por sus siglas en inglés) y eso ha significado un desafío logístico que ha limitado la capacidad de obtener aves que cumplan con los estándares de HFAC.
Según Guntoro, para afrontar este desafío ha sido necesario que haya una colaboración estratégica y el desarrollo de una cadena de suministro que respalde la disponibilidad de las gallinas para adecuarse al sistema libre de jaulas en la región.
El proceso de certificación ha incluido la adaptación a las necesidades específicas del contexto local, a los estándares de la industria y a los de calidad que exige la norma Certified Humane de bienestar animal, lo que supone el compromiso de garantía de que todos los productos cumplen con los estándares del programa de certificación.
Desde que se han implementado los requisitos del programa Certified Humane, un cambio notable en las prácticas del manejo de aves en Fapet Egg es una mayor capacidad para satisfacer las necesidades específicas de calcio que tienen las gallinas ponedoras a medida que envejecen.
El énfasis que se da a los factores nutricionales según el programa de bienestar animal ha tenido un impacto positivo en la calidad de la cáscara de los huevos y eso se puede ver en los testimonios de los clientes, que han resaltado una mejora en el aspecto sensorial de los productos.
“El trabajo de Certified Humane ha sido un valioso recurso que nos ha ayudado no solo a validar nuestras prácticas, sino también a mejorar la crianza de las gallinas, que es nuestro objetivo principal. Apreciamos y valoramos el importante papel que juega Certified Humane en el avance de las prácticas de bienestar animal en la industria”, concluye el profesor.
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