¿Los animales transmiten coronavirus?
Desde que aparecieron los primeros casos de esta enfermedad, declarada pandemia por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en marzo, muchas personas se han preguntado o han buscado respuestas a una duda común a todos: ¿los animales pueden transmitir coronavirus o COVID-19?
Aunque se sospecha que el contagio del virus en humanos ha sido de origen animal, la transmisión posterior predominante parece ser de humano a humano y, hasta ahora, no hay evidencias de que el virus se transmita a humanos o a otros animales domésticos.
En la mayoría de los países, están prohibidos los mercados que venden animales vivos, como el que dio origen al COVID-19 en la ciudad de Wuhan, China. En Brasil, por ejemplo, para que un producto de origen animal sea comercializado, ha de someterse a un control sanitario y cumplir las leyes federales, estatales y municipales. En cada proceso, hay un veterinario que se encarga de supervisar e informar al Ministerio de Agricultura de la salubridad y la calidad de la inspección.
Este organismo federal es el que establece las normas para la inspección y venta de productos de origen animal. Por lo tanto, es en este tipo de mercados abiertos donde los animales pueden transmitir el coronavirus, ya que no se exige ninguna medida sanitaria ni un registro de lo que se está vendiendo. Cuando compre un producto, busque en el envase las siglas: SIF (Servicio de inspección federal), SIE (Servicio de inspección estatal) o SIM (Servicios de inspección municipal). Debajo de cada sigla, ha de aparecer el número de registro en el organismo responsable de la inspección, que es la que clasifica los productos.
Los productos certificados garantizan que el consumidor está llevando un artículo seguro a casa. El sello Certified Humane certifica precisamente esto y se asegura de que ese alimento proviene de productores que cumplen los requisitos objetivos de bienestar animal. La certificación tiene como objetivo mejorar la vida de las especies para la producción de carne (cerdos, bovinos, ovinos y aves), huevos, leche y productos derivados, así como certificar las industrias alimentarias que utilizan estos ingredientes certificados como materia prima.
El sello también garantiza que los animales viven en un ambiente adecuado, libres de jaulas o lugares que confinen su movimiento; tienen una dieta nutritiva y específica sin el consumo de antibióticos subterapéuticos o promotores del crecimiento; y son sacrificados de manera compasiva.
El contexto en América Latina
En Chile, se permite la venta de animales vivos siempre que esté regulada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que pertenece al Ministerio de Agricultura. Todos los centros de producción animal son fiscalizados y autorizados por este organismo. En el caso de los puntos de venta y producción de alimentos de origen animal, el productor ha de tener una autorización sanitaria emitida por la Secretaría del Ministerio de Salud, cuyo número aparece en el envase del producto. Además, las plantas de faenamiento han de tener una autorización para funcionar y también son supervisadas por este organismo.
En Uruguay, las leyes son similares a las brasileñas, con la diferencia de que las uruguayas son de ámbito nacional. El organismo responsable de la regulación es el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. En el país vecino, los productos de origen animal también han de provenir de plantas de faenamiento habilitadas por la División Industria Animal del Ministerio y que la Inspección Veterinaria Oficial (IVO) los declare aptos para el consumo humano. Al comprar un producto de origen animal en Uruguay, el consumidor tiene que buscar en el envase el nombre y el número de habilitación del establecimiento.
En México, la Ley Federal de Sanidad Animal, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), es el mecanismo responsable de establecer y aplicar medidas zoosanitarias para la producción, industrialización, comercialización e importación de mercancías. La Secretaría también autoriza las operaciones de sacrificio de animales y procesamiento de carne en establecimientos TIF (Tipo Inspección Federal), lo que minimiza el riesgo de fuentes de zoonosis o la diseminación de enfermedades a otros animales, disminuyendo el impacto en la salud pública y animal.
En Colombia, el INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos), expide medidas sanitarias relacionadas con alimentos y materias primas en procesos industriales. Por su parte, el ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) lleva a cabo controles en la producción primaria. El INVIMA, por ejemplo, tiene la máxima competencia cuando se trata de la vigilancia y el control de certificaciones técnicas y el acceso de productos de origen animal a los mercados internacionales.
El origen de todo
La definición de pandemia no se basa en el número específico de casos, sino en el hecho de que una enfermedad infecciosa afecta a una gran cantidad de personas en todo el mundo. Al buscar las causas de la muerte de personas en China entre enero y marzo de 2020 —que presentaban síntomas similares, como tos seca y fiebre, antes de causarles neumonía— las autoridades llegaron a una probable fuente de origen: un mercado de animales vivos ubicado en Wuhan, que se ha cerrado.
Muchos virus que causan enfermedades provienen de otros animales. La teoría más utilizada por los investigadores es que el COVID-19 parece que se originó por el contacto de un murciélago con un animal salvaje llamado pangolín. Este último, que probablemente fue a buscar insectos para comer, puede haber entrado en contacto, entre la vegetación, con el excremento del murciélago que contenía el coronavirus. Posiblemente, uno de ellos fue capturado, estuvo en contacto con humanos en uno de estos mercados de animales vivos e infectó a alguien. En este caso, los animales sí fueron transmisores del coronavirus.
En este tipo de mercados, los animales están vivos, y allí mismo se matan y venden a los clientes. Los animales se amontonan en jaulas y, probablemente, están en contacto directo con las secreciones y los fluidos de los demás, algo que va totalmente en contra de las normas de bienestar animal que exige Certified Humane. Es así cómo se propaga el virus. Si hay contacto o consumo humano, el virus puede infectar a una persona, que infecta a otra y así sucesivamente, dando inicio a un brote viral.
Preguntas frecuentes – Fuente OMS
¿Qué es un coronavirus?
Es una gran familia de virus que pueden causarles enfermedades a animales o humanos. En humanos, causan infecciones respiratorias que van desde un resfriado común hasta enfermedades más graves, como el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) y el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), por sus siglas en inglés. Los primeros coronavirus en humanos se aislaron en 1937. Fue en 1965 cuando el virus recibió el nombre de coronavirus, al detectarse, bajo el microscopio, que su perfil tenía la apariencia de una corona. El coronavirus descubierto más recientemente, SARS-CoV-2, es el causante de la enfermedad COVID-19, cuya sigla hace referencia al término en inglés Coronavirus Disease 2019.
¿Los animales domésticos pueden transmitir coronavirus?
Aunque se ha dado el caso de un perro infectado en Hong Kong, hasta ahora, no hay evidencia de que un perro, un gato o cualquier animal doméstico pueda transmitir el virus. El COVID-19 se transmite, principalmente, a través de las gotas minúsculas que una persona infectada produce cuando tose, estornuda o habla. No hay patógenos específicos de especies y tampoco se conocen productos de origen animal que se hayan sometido a inspección sanitaria y que hayan registrado alguna contaminación por el coronavirus.
¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en una superficie?
Los estudios sugieren que los coronavirus pueden sobrevivir en las superficies durante algunas horas o incluso varios días, dependiendo del tipo de superficie que sea, y de la temperatura o la humedad que haya en el ambiente. Si existe la posibilidad de que un sitio esté infectado, límpielo con un desinfectante para matar el virus y protegerse. Límpiese las manos frotándolas con un producto a base de alcohol o lávelas con agua y jabón. Evite tocarse los ojos, la boca o la nariz.
Publicado em 03 abril de 2020