Covid-19 y animales: cuidados para evitar la contaminación del virus en las granjas
La pandemia del nuevo coronavirus ha afectado la vida de la población en todo el mundo y está influyendo en la rutina de las granjas de producción. La enfermedad afecta principalmente a los seres humanos, pero los animales también son susceptibles.
Basándose en los registros y evidencias de animales contaminados en diferentes partes del mundo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado un documento en el que se enumeran qué animales son los más susceptibles al contagio hasta ahora y se orienta a los productores sobre cuáles son los cuidados que hay que tener para prevenir la propagación del virus. Este texto también indica qué hacer en caso de que se sospeche que los animales están contaminados.
Los gatos, visones, hurones, conejos, cerdos y bovinos son especies que ya han registrado contagios por el nuevo coronavirus en algunos países. Sin embargo, los cerdos y bovinos no son muy susceptibles, aparentemente, y sólo desarrollan síntomas leves de la enfermedad. Por otro lado, hasta ahora, las aves no se consideran susceptibles al contagio por el virus de la Covid-19.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), no hay ninguna evidencia que sugiera que la Covid-19 pueda transmitirse a los seres humanos a través de la manipulación o el consumo de alimentos.
¿Cómo podemos proteger a los animales contra la Covid-19?
Todas las personas que circulan en el local deben adoptar las medidas de seguridad en todas las zonas de la granja para prevenir la propagación del nuevo coronavirus y minimizar las posibilidades de contacto entre la Covid-19 y los animales. A continuación, vea cuáles son las principales medidas:
Para quienes vienen de fuera de la granja:
- Estacionar los vehículos en áreas designadas, lejos del alojamiento de los animales;
- prohibir las visitas no esenciales en las instalaciones de los animales;
- suspender las visitas de personas que presenten fiebre o síntomas de la Covid-19, o aquellas personas que hayan dado positivo en la enfermedad y que estén en cuarentena;
- registrar a todas las personas que entren en la granja (fecha, información de contacto, hora de entrada y salida, naturaleza de la visita).
En las instalaciones donde se encuentran los animales:
- Evitar el contacto de perros, gatos y animales salvajes con los animales de producción;
- Mantener limpias todas las áreas donde están los animales y también aquellas adyacentes a las instalaciones, especialmente las zonas donde se alimentan y descansan los animales.
Para los trabajadores:
- La llegada de los trabajadores que entran cada día en la granja ha de ser gradual, al igual que los horarios de comida y los intervalos, para así evitar aglomeraciones en las áreas de descanso;
- Proporcionar equipo de protección personal (EPP) adecuado (como máscaras, delantales/ropa, guantes y botas) a los trabajadores, cambiándolos diariamente para desecharlos o limpiarlos y desinfectarlos;
- Fomentar y practicar medidas básicas de higiene personal, como lavarse las manos con regularidad, antes y después de manejar a los animales;
- Limpiar y desinfectar habitualmente las zonas comunes de los trabajadores (como cocina, vestuarios y baños);
- Evitar la rotación de trabajadores entre varias granjas, ya que esto aumentaría el potencial de propagación del virus, así como de otras enfermedades.
También es importante que los propietarios de las granjas de animales de producción estén preparados para una posible escasez de mano de obra y tengan listo un plan de contingencia que garantice la continuidad del trabajo y cubra al mínimo las necesidades básicas de los animales.
Las medidas preventivas pueden evitar la interrupción de las actividades en los casos en que haya trabajadores contaminados que tengan que parar de trabajar o incluso en las situaciones en que haya un impedimento legal del mantenimiento integral de las rutinas de trabajo, como ha ocurrido con los confinamientos en varias ocasiones en diferentes países.
La FAO también recomienda el monitoreo frecuente de los animales en busca de signos clínicos como problemas respiratorios, secreción nasal, problemas gastrointestinales y muerte neonatal. La entidad también sugiere guardar registros periódicos de las condiciones de los animales y realizar un seguimiento de los cambios significativos que se produzcan (incluidas las muertes).
¿Qué hacer si los animales entran en contacto con el virus?
En los casos de animales con síntomas de enfermedades respiratorias, la FAO aconseja que se avise a las autoridades locales competentes (servicio veterinario oficial) para que les indiquen cuáles son las medidas necesarias que han de tomarse.
Debe sospecharse de contaminación por el virus de la Covid-19 cuando los animales:
- Han tenido contacto con seres humanos que han dado positivo en esta enfermedad (con síntomas o sin ellos) o con otro animal infectado;
- Presentan uno o más de los siguientes síntomas: secreción nasal, dificultad para respirar, falta de apetito, letargo, signos gastrointestinales, mortalidad adulta y muerte neonatal.
La pandemia de la Covid-19 ha fortalecido aún más el tema de la importancia de promover el bienestar animal, que ha ido creciendo en los últimos años tanto entre los expertos en la materia como entre la población en general.
Garantizar la calidad de vida de los animales puede asegurar el futuro de su negocio. Descárguese el libro electrónico «El bienestar animal es rentable» y obtenga más información de cómo las empresas y los criadores pueden conseguir ventajas económicas y comerciales cuando tratan adecuadamente a los animales de granja.
Publicado em 19 febrero de 2021