Bienestar animal: humanización desde el nacimiento al sacrificio
El bienestar animal es un tema recurrente. Los consumidores se preocupan más por la forma en que se trata a los animales de producción, desde su nacimiento hasta el sacrificio. La cría de éstos de forma compasiva, con prácticas más responsables, es una actitud que se puede llevar a cabo con facilidad.
Además del respeto y del bienestar animal, promueve beneficios en eficiencia y productividad. El presidente del Instituto Certified Humane, Luiz Mazzon, habló más sobre este asunto en la siguiente entrevista. Léalo a continuación:
– En su opinión, ¿qué es el bienestar animal?
El bienestar animal es un concepto amplio que siempre ha de estar presente en la relación entre el hombre y el animal. Significa ser consciente de que el animal tiene emociones y que, por lo tanto, merece respeto. En la práctica, esto está directamente relacionado con las condiciones que nosotros les ofrecemos para que tengan una vida digna y sean tratados de forma ética. No nos cuesta recordar las conocidas “Cinco libertades“, cuyas ideas centrales fueron lanzadas hace más de 50 años en el informe Brambell Report y reelaboradas por el Farm Animal Welfare Committee de Reino Unido: 1) no pasar hambre ni sed; 2) no sentirse incómodo; 3) no sentir dolor, ni tener lesiones o enfermedades; 4) ser libre para expresar el comportamiento natural de su especie; y 5) no sentir miedo ni estrés.
– ¿Por qué hoy en día es tan importante priorizar el bienestar animal?
Está comprobado científicamente que los animales son seres que tienen conciencia, o sea, sienten emociones positivas y negativas como contentamiento, miedo, frustración o dolor. Es totalmente inaceptable ignorar este hecho en granjas, empresas productoras y en los mataderos, donde se sacrifican a millares de animales para el consumo humano. Un mal manejo y la falta de cuidado provocan daños físicos, mentales y comportamentales. Además, cada vez más se oye hablar de estudios y relatos de productores que, al adoptar prácticas positivas de bienestar animal en sus actividades, mantienen o incluso aumentan su productividad y rentabilidad. Esto se debe a los más diversos aspectos del negocio, como puede ser la baja mortalidad o la reducción de gastos en medicamentos para los animales. Por último, mencionar que las personas, que en su mayoría viven en ciudades, están cada vez más interesadas en saber de dónde viene el alimento que consumen y, con ello, más conscientes acerca de la importancia del trato compasivo hacia los animales. Los consumidores se preocupan más por la forma en que los animales producen la carne, los productos lácteos y los huevos. Sin contar la forma en que son criados y tratados, ya que ese proceso es irreversible. Es la evolución ética de la sociedad.
– ¿Cuáles son las principales acciones que traen bienestar a los animales?
En general, cada especie tiene diferentes necesidades en términos de bienestar animal. Sin embargo, hay algunos aspectos en común para todas ellas, tales como un ambiente adecuado, comodidad térmica y un lugar seco para acostarse, fácil acceso a agua de beber de calidad y a alimento nutritivo, y protección de las condiciones climáticas y de predadores. También deben ser tratados con rapidez para prevenir enfermedades y curar aquellas que puedan surgir, evitándoles sufrimiento o que éste se prolongue. Los animales han de permanecer sin jaulas y amarras y tener las condiciones necesarias para expresar su comportamiento natural. Esto requiere, por ejemplo, que las gallinas tengan acceso a perchas y sustrato adecuados para tomar baños de polvo, o que los cerdos puedan forrajear e interactuar socialmente. Los empleados que se encargan de los animales han de ser capacitados para entender las señales de cambios en la conducta de éstos que puedan indicar algún tipo de problema de salud o en el ambiente, proporcionándoles un trato compasivo y humanizado. El transporte ha de hacerse con cuidado para evitar el estrés de los animales, mientras que su sacrificio deberá ser rápido e indoloro, siempre cumpliendo la legislación vigente.
– ¿Cuáles son las ventajas comerciales de esta iniciativa?
La ventaja más obvia es el valor añadido que el bienestar animal aporta en la imagen del proceso de crianza y en el producto final, que puede traducirse en más ventas e incluso en precios más altos. Hay una gran parte de la población que está dispuesta a pagar más por este tipo de diferenciación. La prueba más clara es el aumento del consumo de productos orgánicos, que normalmente son más caros, con unas tasas del 20% al 30% de crecimiento anual desde principios de la década de 2000, cuando estos productos comenzaron a aparecer más en los puntos de venta. Por lo tanto, es importante informar al consumidor de las iniciativas de bienestar y de los beneficios que implica en la vida de los animales cuando las prácticas que se centran en esta área se implementan en empresas y granjas. En algunos segmentos este asunto es más evidente, como en el caso de los pollos y huevos, con una imagen consolidada en América Latina al tener una mayor calidad debido al sistema que se adopta para la producción de estos animales (gallinas de libre pastoreo).
– ¿Cuál es la relación entre el bienestar animal y la calidad de la carne?
La calidad de la carne se ve directamente afectada por las prácticas de bienestar animal (o por la falta de ellas) desde el momento en que el animal sube al camión hasta que es sacrificado. El manejo animal en lo que respecta a la relación con el hombre es la clave para alcanzar este objetivo. La persona que maneja y transporta animales, que conoce su comportamiento y las necesidades físicas y fisiológicas de la especie, hará lo posible para minimizar su sufrimiento. Consecuencia de ello será una carne de mayor calidad. Una buena práctica de manejo, de insensibilización y sacrificio no sólo evita daños a las carcasas, sino que el matadero puede ser más eficiente y productivo. Por otro lado, el manejo inadecuado provoca lesiones, hematomas, contusiones y fracturas en los animales, además de defectos en la calidad del producto, como la carne PSE (pálida, suave y exudativa) y la carne DFD (dura, firme y seca). Ambos defectos son el resultado del alto nivel de estrés que el animal sufre antes del sacrificio. La carne PSE sólo puede ser destinada a la producción de embutidos por sus características físicas, mientras que la carne DFD tiene una apariencia oscura y, por lo tanto, un corto período de conservación en los estantes.
– ¿Cómo se puede comprobar esa calidad?
El consumidor tiene que tener más conocimiento práctico sobre estos defectos de las carnes para poder elegir lo mejor a la hora de comprar, cuestionando el origen del producto y de los procesos a los que los animales son sometidos, desde su nacimiento hasta el sacrificio. Hay que añadir que el consumidor no sólo puede exigirle el sello de bienestar animal al sector de la carne de la agroindustria, sino que también puede preguntar en los restaurantes cuál es el origen de estos productos y derivados que se ofrecen en sus menús. En Estados Unidos ya hay restaurantes y carnicerías que usan el sello de bienestar animal en los menús y listas de precios para informar del origen de sus productos, y así garantizar que los animales fueron criados según los estándares internacionales de cuidado y bienestar, desde su nacimiento al sacrificio.
– ¿El sello Certified Humane confirma esta calidad?
Sí. Desde 2009, el sello Certified Humane está presente en América Latina, garantizando que los productos provenientes de empresas y granjas adoptan estrictos criterios de bienestar animal. Estos criterios o normas de producción son establecidos y mantenidos por un comité científico de 40 profesionales de varios países especializados en el bienestar animal, de entre los cuales, cuatro son latinoamericanos. El año pasado se creó la organización sin fines de lucro llamada Instituto Certified Humane para divulgar el sello y la difusión de las prácticas de bienestar animal de producción en América Latina. Actualmente, ya existen en Brasil grandes marcas que han adoptado estas normas.
El sello está consiguiendo una mayor visibilidad en América Latina, con varios productores de huevos ya certificados en Perú, Chile, Brasil, Argentina y Uruguay además de contactos avanzados con miras a la certificación en Colombia y México. En Estados Unidos y Canadá este sello ya se ha consolidado y está presente en los estantes de prácticamente todos los supermercados. Desde el año 2016, también se puede encontrar en Hong Kong, a través de las exportaciones brasileñas de productos certificados, además de Australia.
(Incluir el enlace de la página de los certificados)
Publicado em 18 octubre de 2018