El bienestar animal en la mitigación de la resistencia antimicrobiana
Es fundamental que el tema de la resistencia antimicrobiana esté siempre bajo la atenta mirada de veterinarios, zootecnistas y todos aquellos profesionales que tratan con los animales de producción.
En este post, usted obtendrá más información sobre la relación que existe entre el bienestar animal y la mitigación de los efectos de la resistencia antimicrobiana, que se da por el uso desenfrenado de antibióticos en la crianza de animales.
El uso abusivo de antibióticos es perjudicial
Es imposible pensar en el tratamiento de infecciones bacterianas en seres humanos y animales sin que se utilicen antibióticos. Sin embargo, algo que ocurre de forma natural y constante es que las bact
erias se van modificando según los efectos de los fármacos, para encontrar nuevas formas de supervivencia – este proceso se conoce como «resistencia antimicrobiana».
Acerca de este tema, la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), que es la que establece las normas para los países exportadores del mercado de alimentos, ha declarado que el uso de agentes antimicrobianos debe ser exclusivo a aquellas situaciones en que el tratamiento clínico es indispensable. Además de esto, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil (MAPA) también ha publicado un plan para la mitigación de los efectos de la resistencia antimicrobiana, reforzando la importancia de la utilización de buenas prácticas en el manejo de animales de producción, que son esenciales para su bienestar.
En este sentido, este órgano también publicó a finales del año pasado la Orden Ministerial nº 171, que muestra la intención del MAPA de prohibir el uso de agentes antimicrobianos como mejoradores del desempeño en la crianza de animales en Brasil, alineando sus políticas a lo que se aplica en este tema a nivel internacional.
La resistencia antimicrobiana frente al bienestar animal
Los consumidores prestan cada vez más atención e intentan entender el origen del producto que consumen. Para atender las exigencias de este tipo de público, el Instituto Certified Humane actúa para que se garantice que los productos industrializados que se generan partir de materia prima animal no contengan antibióticos en su composición. El sello que aparece en los envases de productos certificados por nosotros es la manera de garantizarle al consumidor que un producto específico se adecua a lo que exige el bienestar animal, que incluye la no utilización de promotores del crecimiento o mejoradores del desempeño.
Los sistemas de crianza convencionales les causan a los animales un alto nivel de estrés – los ambientes pobres con una gran cantidad de animales, el estrés térmico, los procedimientos dolorosos y una relación negativa entre humanos y animales son sólo algunos de los problemas que puede presentar este tipo de crianza. Además, el uso de antimicrobianos preventivos está relacionado con los problemas respiratorios y gastrointestinales que se dan en los animales, especialmente en aquellos animales jóvenes que están expuestos a situaciones de estrés alto por un mal manejo.
Según la OIE, el bienestar animal está directamente relacionado con su estado mental. Esto quiere decir que un animal está en un estado de bienestar cuando está sano, bien nutrido y se encuentra lo suficientemente seguro y cómodo como para expresar sus comportamientos naturales, sin que esté expuesto a situaciones de miedo o dolor. Por eso, es imprescindible que los manejadores y profesionales vinculados a la producción animal les ayuden a mantener un estado mental positivo e implementen de manera rigurosa las buenas prácticas de producción, sabiendo que el aumento en el nivel de bienestar animal y la utilización de probióticos, vacunas y nuevas moléculas en la crianza de los mismos es fundamental para evitar la aparición de la resistencia antimicrobiana.
*Este contenido se ha elaborado basado en el artículo “Resistencia antimicrobiana y bienestar animal: ¿existe alguna relación entre ambos asuntos?, publicado en la 79ª edición de la Revista CFMV (Consejo Federal de Medicina Veterinaria de Brasil).
Publicado em 14 junio de 2019