Vacas lecheras: una prueba científica de cómo a los animales les importa su propio bienestar
El concepto de bienestar de los animales presupone que éstos sienten dolor, placer, hambre, sed, tristeza y felicidad. Sin embargo, es difícil saber de qué forma se sienten especies que conviven con el ser humano desde hace milenios – como las vacas lecheras, entre otros bovinos, además de porcinos y pollos.
¿Cuánta motivación tendrán para huir de la incomodidad en la que se encuentran y buscar algo que los haga sentirse bien? La buena noticia es que dos investigadores latinoamericanos han contribuido para que comprendamos mejor lo que piensan las vacas lecheras y otros animales.
El veterinario José Antonio Fregonesi y la zootecnista Andressa Amorim Cestari formaron parte de un equipo de científicos que trato de descubrir cuánto valoran las vacas lecheras el estar al aire libre. La respuesta: para estos animales, al menos una vueltecita diaria para pastar fuera de un establo cerrado es tanto o más importante que comer bien entre cuatro paredes. Ésta puede ser una prueba científica de que a los animales les importa su propio bienestar.
El descubrimiento: las vacas lecheras estaban dispuestas a hacer un esfuerzo para salir al aire libre
A esta altura, usted debe estar preguntándose cómo consiguieron esa proeza. El descubrimiento se basó en pruebas conducidas en la Universidad de British Columbia, Canadá. El estudio se realizó con 22 vacas de la raza Holstein. Primero, el grupo del que Andressa y Fregonesi formaron parte quiso saber cuánto esfuerzo las vacas estaban dispuestas a hacer para alimentarse justo después de ser ordeñadas, un momento del día en el que están normalmente muy hambrientas. Para ello, los investigadores pusieron la comida a través de portones móviles que los animales tenían que empujar para conseguir alimentarse.
El ordeño y la prueba se realizaban una vez por la mañana y otra al final de la tarde. Al principio, el portón pesaba poco, pero día a día se iba añadiendo peso, lo cual hacía que fuese dificultándose el paso. A continuación, se les dio a las vacas una segunda opción: el portón comenzó a dar acceso a un pasto al aire libre. Los resultados muestran que, para salir al pasto, el 59% de los animales realizaron un esfuerzo igual o mayor al que pusieron en la primera fase para llegar a la comida ubicada dentro del establo. Si los animales no quisieran pastar, había comida disponible en el interior de las instalaciones.
Aún hay más: la mayoría de las vacas hizo un esfuerzo mayor para salir después de ser ordenadas por la tarde, cuando el sol ya se estaba poniendo y la temperatura del campo era más amena. Vea un video de las vacas empujando los portones para salir de los establos.
Se publicó un artículo sobre esta investigación en 2017 en la revista Nature, una de las más prestigiosas publicaciones científicas internacionales – el estudio fue también la tesis doctoral de Andressa Cestari en el Departamento de Ciencia Animal de la Universidad Estatal de Londrina, Brasil. Los resultados sorprendieron a los investigadores. Inicialmente, no se esperaba que las vacas lecheras hiciesen un esfuerzo tan grande para estar al aire libre. “Nuestros resultados indican que la motivación para acceder al pasto no surgió del hecho de tener hambre, sino de la motivación de estar al aire libre (y dedicarse a comportamientos que se asocian al hecho de tener acceso a ambientes al aire libre, incluyendo pastar)”, dicen en la conclusión del trabajo. Las vacas no quieren únicamente comida, sino también espacios al aire libre y libertad. Lea el artículo completo de la revista Nature.
Publicado em 29 mayo de 2018